Los nacimientos en China se redujeron en más de 500.000 el año pasado, según datos recientes del gobierno, lo que aceleró una caída demográfica que comenzó en 2022. Las autoridades citaron una rápida disminución del número de mujeres en edad fértil (más de tres millones menos que un año antes) y reconocieron "cambios en la forma de pensar de la gente sobre los nacimientos, el aplazamiento del matrimonio y el parto". Algunos investigadores sostienen que el gobierno subestima el problema y que la población comenzó a reducirse incluso antes. “Nuestras previsiones para 2022 y 2023 ya eran bajas, pero la situación real resultó ser peor”, afirmó Xiujian Peng, investigador principal de la Universidad de Victoria que dirige la investigación demográfica en Melbourne. La tasa de fertilidad de China se acerca a un nacimiento por cada mujer, menos de la mitad de la tasa de reemplazo de 2,1 que mantiene estable a una población. A finales de los años 1970, la tasa de fertilidad rondaba el 3. “Todas las políticas demográficas de China durante décadas se han basado en proyecciones erróneas”, dijo Yi. "La crisis demográfica de China está más allá de la imaginación de los funcionarios chinos y de la comunidad internacional".
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