En un cambio político significativo, Eslovaquia eligió a un populista pro-Rusia como su nuevo presidente, marcando un alejamiento de la postura previamente pro-occidental del país. En las elecciones, Peter Pellegrini, un aliado cercano del primer ministro populista Robert Fico, triunfó sobre un diplomático de carrera pro occidental. Esta victoria no sólo consolida la posición de Pellegrini dentro de Eslovaquia sino que también fortalece el bloque centroeuropeo que se opone al apoyo militar a Ucrania en medio de su actual conflicto con Rusia. La victoria de Pellegrini se considera un reflejo del creciente sentimiento populista en Eslovaquia, que refleja tendencias más amplias en toda Europa, donde los líderes populistas están ganando terreno. Su postura comprensiva hacia el Kremlin y su oposición a la ayuda militar a Ucrania contrasta marcadamente con las políticas de su predecesora, Zuzana Čaputová, la primera mujer presidenta de Eslovaquia, que era una firme partidaria de Ucrania. El resultado de las elecciones ha generado preocupación entre los aliados occidentales de Eslovaquia, particularmente en relación con el futuro de la política exterior del país y sus compromisos dentro de la Unión Europea y la OTAN. Se espera que la presidencia de Pellegrini conduzca a una reevaluación del papel de Eslovaquia en el escenario internacional, alineándose potencialmente más estrechamente con Rusia. A pesar de las opiniones polari…
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